ESTE lunes, el juez penal Roberto Hernández desestimó priorizar que algunas víctimas o familiares de víctimas del accidente del 7 de junio de 2024 en el antro Rich, vienen de ciudades ubicadas a decenas o cientos de kilómetros de distancia de San Luis Potosí y sin importarle tal condición, técnicamente dejó botada la audiencia intermedia que habría frenado el desgaste para los afectados y los imputados…
ESA “hueva procesal” es un virus del que ya se contaminaron tanto jueces de primera instancia de todas las materias habidas y por haber, como magistrados del Supremo Tribunal de Justicia, ahora más preocupados por la entrega – recepción, cuánto les tocará de finiquito y cuál será su futuro profesional después de que algunos funcionarios judiciales que fueron empleados por más de 30 años, en la calle no conocen de litigio ni saben hacer otra cosa…

SI para un caso tan grave y tan sonado como el accidente del Rich, hay tanto problema, es de imaginarse que pasará con la falta de vigilancia a tanto negocio que opera de manera irregular en las calles de la zona metropolitana de San Luis Potosí, Soledad de Graciano Sánchez, Mexquitic de Carmona y Villa de Pozos, y que se dedican técnicamente a cualquier giro…
Y es que las cuentas de la alcaldía soledense dicen que el 20 por ciento de los salones de reuniones operan en condiciones irregulares, pero afirmarlo con tanta precisión es tan riesgoso como afirmar sin bases científicas, porque el agua hirviendo cuece un huevo y ablanda una papa…
QUIZÁ quien quiso hablar de la cantidad se quedó corto; hace semanas que la Policía Vial de la capital y los automovilistas juegan al gato y al ratón en el camellón central de la avenida Hernán Cortés, donde decenas de personas aprovechan un descuido de los vigilantes del orden callejero para dejar sus carros en el camellón y prohibir la libre circulación de deportistas, niños y gente mayor…
LUEGO la propia alcaldía es la responsable de consentir la apertura de negocios que no cuenta con medidas de habitabilidad urbana, y un ejemplo es la avenida Cordillera Himalaya, reconstruida hace 13 años, y dotada de cajones de estacionamiento para las cientos de personas que acuden a los botaneros y bares y uno que otro antro…
AHÍ sí cumplen los requisitos, pero la alcaldía capitalina de la época les regaló el pasaporte para no tener problemas…
NADA más, el descuido es de tal tamaño, que abundan los negocios que quién sabe cómo pasaron los filtros de todas las instancias estatales y municipales, porque no tienen medidas de seguridad suficientes, no hay estacionamiento y se ubican en lugares donde su operación molesta a los vecinos por insuficiencia de espacios y el impacto urbano…
LUEGO que no se quejen las autoridades de que los negocios no cumplen los requisitos. Muchos vendedores de alcohol escapan a las garras de la Dirección de Gobernación estatal y hay montones de negocios que pasaron las revisiones de panzazo.
POSDATA: Hay quien dice que del plato a la boca puede caerse la sopa. La reciente elección judicial dejó muchas lecciones, y entre ellas, una que quizá hará cargar un peso por largo tiempo a quienes no jugaron derecho en la pelea electoral para cargos públicos y que de todos modos nunca debieron quedar sujetos a la votación popular, y se trata de las vacantes para diferentes niveles de juzgadores tanto federales como locales. Además de los candidatos potosinos, en apariencia también hay destacados miembros de un partido político de relevancia nacional que impugnaron a José Luis Ruiz Contreras, quien ya recibió su constancia de elección para cargo de magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del Estado. El exsubsecretario de Derechos Humanos Ángel Gonzalo Santiago Hernández, también va en el paquete de impugnados. Tal parece que quieren borrar aquellos prietos en el arroz que les producen los traumas que se curan momentáneamente cuando pronuncian su mantra “la herencia maldita”.