[El Universal]
Ocampo, Mich.- Millones de mariposas monarca volaron miles de kilómetros desde Canadá para hibernar en los bosques templados del centro del país que protege la Guardia Nacional (GN).
Cada otoño, desde los últimos días de octubre, estos insectos regalan un espectáculo visual en el Santuario de la Mariposa Monarca, conocido como El Rosario, cuando revolotean y anidan en los árboles de oyamel, pino y encino del municipio de Ocampo, en Michoacán.
Esta parte de la reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, reconocida en 2008 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como un Bien de Patrimonio Mundial Natural, es protegida por el Batallón de Protección Ambiental de la GN con el fin de preservar la zona núcleo y evitar, a su vez, la comisión de delitos forestales, principalmente la tala ilegal, el tráfico de recursos forestales y el daño a especies protegidas en el Área Natural Protegida (ANP) ubicada en los límites del Estado de México y Michoacán.
En la parte alta del santuario El Rosario, a unos 3 mil metros sobre el nivel del mar, rodeadas de enormes sujetos forestales, miles de mariposas monarca rompen con su revoloteo el silencio del bosque verde y fresco al desplazarse en colonias de tonos naranja con negro en búsqueda del agua y del néctar que las mantendrá con vida hasta marzo, cuando cumplan su ciclo de reproducción dentro de la biosfera y emprendan el vuelo de regreso a la zona boscosa canadiense, su principal zona reproductiva durante el verano.
