TARÁNTULA, ALACRÁN ESCORPIONES, ACOCILES Y JUMILES, ENTRE LAS ESPECIES
Flor Martínez
[San Luis Hoy]
Tacos de tarántula, alacrán, vinagrillo, escorpiones, cucaracha de Madagascar, acociles, jumiles y hormiga chicatana, forman parte del menú exótico que ofrece el restaurante ubicado dentro del viñedo Pozo de Luna, en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez.
El viñedo, asentado en el kilómetro 2.1 de la carretera al Aeropuerto, en Rancho Nuevo, se ha convertido en un punto de atracción familiar, donde visitantes pueden conocer el proceso productivo del vino a través de recorridos guiados por los viñedos, la bodega de vinificación y la degustación de las diferentes etiquetas.
Hace tres años se incorporó un espacio gastronómico para maridar los vinos de la casa, y lo que inició como una “temporalidad de bichos” terminó integrándose de forma permanente a la carta, debido a la alta demanda.
Guillermo Espinoza, originario de San Luis Potosí y responsable del concepto, contó que la curiosidad del público ha sido esencial en la permanencia de este menú.
“Hay clientes que ya vienen directo por un taco de alacrán o de tarántula, como que quedó patentado, ya lo piden”, señaló.
Explicó que los tacos se sirven individualmente, en tortilla de maíz, con guacamole y preparados al ajillo para lograr una textura crujiente.
Los precios van desde 175 pesos, como el vinagrillo, y arriba de 700 pesos en el caso de la tarántula, que actualmente es el platillo más solicitado, pese al costo.
“Es como un reto comértelo, aunque es el más caro, es el que más se pide”, dijo.
Aclaró que todos los ejemplares provienen de granjas especializadas de diferentes estados del país y su sabor puede variar dependiendo de la especie y alimentación. Muchos de ellos se crían con avena y naranja, lo que aporta un sabor cítrico.
Reconoció que para personas poco familiarizadas con este tipo de alimentos puede resultar impactante, pero asegura que el secreto está en no pensar demasiado a la hora de degustar.
“El secreto está en comértelo cerrando los ojos y sin pensar, todos son muy diferentes: desde el que es amarguito hasta el que tiene un toque a naranja”.
Además del menú exótico, el sitio destaca por ser un viñedo al aire libre y ofrecer vinos a precio de bodega, situación que también incide en la preferencia del público. Los platillos pueden acompañarse con cualquier vino tinto de la casa, aseguró.
El restaurante opera de miércoles a domingo, siendo el fin de semana cuando mayor número de reservaciones se registra.
Agregó que durante Semana Santa se llegó a ofrecer rata asada, cuya aceptación fue lenta al inicio; sin embargo, terminó siendo uno de los productos de mayor curiosidad.
“La gente está acostumbrada a comerla en caldo; en esta ocasión fue en taco, pero al final se tuvo buena respuesta.”
También forma parte de la oferta la crema de enchilada, creación original del chef, que se ha convertido en un sello gastronómico replicado en diferentes restaurantes donde ha colaborado y que es parte de la oferta del sitio, pues la base de la crema es parte de uno de los platillos típicos de la región, la conocida enchilada soledense.
