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BOGOTÁ.- Miembros de la comunidad de Santander de Quilichao, en el suroeste de Colombia, aguardaban expectantes el viernes la extracción de tierra de una retroexcavadora en busca de los siete mineros que se encontraron atrapados en una mina de oro explotada ilegalmente que se derrumbó la noche anterior.
“Necesitamos un milagro de Dios para encontrar vivos”, dijo a The Associated Press Dairo Loboa, líder de Guardia Cimarrona, una colectividad de las comunidades afrodescendientes que viven en la zona. “Eso (el socavón) está lleno de agua y lo que puede pasar es que estén ahogados”, explicó.