
Samuel Moreno
[San Luis Hoy]
Erika Tapia, extrabajadora de la Unidad de Gestión del Centro Histórico, denunció públicamente haber sido víctima de acoso laboral durante su paso por esta dependencia del Ayuntamiento de la capital potosina. Asegura que las agresiones fueron persistentes, conocidas por mandos superiores, y que además sufrió descuentos injustificados en su salario.
Tapia señaló como principales responsables a Liliana Zavala quien operaba al interior de la Unidad y al regidor del extinto Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jorge Zavala López. Según su testimonio, el regidor tenía pleno control sobre las decisiones internas de personal.
Durante su estancia en el área, Tapia asegura que no solo fue víctima de hostigamiento verbal y psicológico, sino también de represalias motivadas por conflictos personales con la hermana del regidor. A ello se sumaron presiones constantes, exclusión y señalamientos falsos que finalmente derivaron en su salida.
“Él sabe quién entra, quién sale, todo. Es el que da las órdenes dentro de la Unidad de Gestión sobre todos los temas laborales”, explicó sobre la influencia directa del regidor en el funcionamiento del área. Uno de los aspectos más delicados de la denuncia es la presunta retención de un porcentaje del salario a quienes formaban parte del equipo cercano a Zavala. Tapia aseguró que se trataba de una práctica común y sistemática; “sí, nos quitaban el 5 por ciento las personas que trabajábamos en el equipo de Jorge Zavala. Van a decir que no, pero yo tengo las pruebas”. También denunció un ambiente de intimidación permanente.
Desde hace más de un mes, Erika Tapia interpuso denuncias formales por acoso laboral ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) así como ante las instancias de contraloría. Sin embargo, hasta el momento no ha recibido ninguna respuesta. Si bien su caso ha comenzado a tener visibilidad en medios de comunicación locales, Tapia aseguró no haber recibido amenazas ni comunicación directa por parte de los implicados.
No obstante, denunció que un mensaje de su hija, emitido en respuesta a un comunicado del regidor y ofreciendo aclaraciones públicas, fue ocultado para evitar que se hiciera visible.