DESDE 1929, que un grupo de partidos regionales, nacidos de la época posrevolucionaria, se unió para formar el que luego se denominaría Partido Nacional Revolucionario (PNR), luego Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y después Partido Revolucionario Institucional (PRI), se sabe que el voto corporativo funciona…
LAS técnicas han cambiado, pero los partidos hegemónicos se las han ingeniado para conservar el poder por décadas, incluso controlando los poderes del estado con decisiones de facto, que en el pasado involucraron el uso de la fuerza a través de la policía, el ejército, con la interpretación convenenciera de la ley…
FUE ese México de la “gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla”, según lo describió sabiamente Luis Donaldo Colosio Murrieta, durante su campaña presidencial de 1994…
POR entonces, el partido hegemónico venía de una larga historia de conservar el poder por métodos que incluyeron maleducar al pueblo para gobernarlo, mantenerlo en crisis para comprarle su voluntad con base en “ayudas”, utilizar cualquier espacio de poder, desde las escuelas hasta la policía y los jueces, para controlar a las ovejas descarriadas, y hasta soltar el Ejército para ingresar a las universidades, esto último, obvio, antes del intento de control de esas instituciones a través del estrangulamiento financiero…
FUERON “los tres sectores” (obrero, campesino y popular) quienes dieron al partido tantas décadas de poder, controlando los sindicatos, condicionando la ayuda para los agricultores y ganaderos, y generando grupos de alineación de participantes de la actividad cotidiana de las zonas urbanas, a través de mecanismos de coerción y control de los padrones de beneficiarios de la actividad económica…
ESE partido casi se acaba, y ahora su dirigencia, diezmada por la estrepitosa pérdida de credibilidad en su instituto tricolor, técnicamente es un organismo de participación totalmente entregado al que gobierna la entidad…
PARA muestra, comienzan las manifestaciones del aprendizaje de aquel partido calificado con el mantra de “la herencia maldita”, en prácticas tales como afiliar al partido vigente, a todos los sectores sociales, tales como los taxistas, de manera que se conviertan en una fuerza política y la estructura que desde hace un tiempo, el tricolor se negó a construir por su propia cuenta…
ESE voto corporativo y las reglas antidemocráticas, fue el que cansó a la oposición en las décadas de 1980 y 1990, con una generación de ciudadanos que todavía eran participativos, y han dejado su herencia a otros ciudadanos más bien pasivos, pegados a los chismes de las redes y ocupados mientras la vida política se encuentra en su peor etapa de la historia reciente.
POSDATA: ¿Quién se “clavó” los postes de la Avenida Salk? Qué poca mad…era de ciudadanos tienen. Ese robo recuerda a la hermana República de Chollywood, afectada por el robo de postes de las vialidades principales, que y luego aparecían repintados en otras calles recién pavimentadas, y las alcaldías decían que se habían gastado millones en las obras. No es creíble que la alcaldía de la capital quiere darse el balazo en el pie y haya quitado sus propios postes. A ver, ¿Quién fue?
REMATE: Gandallismo puro. Resulta que en 2024, el PAN obtuvo más votos que Morena en la elección legislativa local, y ahora hay diputados que quieren agandallarse los cargos directivos principales, en manos del repetitivo Cuautli. Es cierto que en el PAN están tan divididos que la enverdecida Aranzazú Puente dejó de agradecer de dónde viene, pero los acuerdos políticos se respetan.