Ana Paula Vázquez
[San Luis Hoy]
La fiscal general del estado, María Manuela García Cázares, confirmó que el reciente caso de una niña localizada en el municipio de Mexquitic de Carmona corresponde a un acto de sustracción familiar, y no a una desaparición forzada o ajena al entorno cercano. Detalló que este tipo de situaciones derivan comúnmente de conflictos entre padres o familiares directos.
“Fue un conflicto familiar. Afortunadamente, la persona localizó a la menor y fue devuelta a su casa”, afirmó la fiscal en entrevista, al referirse al protocolo seguido en el caso. Explicó que en cuanto se reporta una desaparición de un menor, se activa el protocolo de Alerta Ámber, cuyo objetivo es difundir la información para facilitar la localización, cuidando siempre el respeto a los derechos de la infancia y a la identidad de las víctimas.
Sobre la prevalencia de este tipo de delitos, García Cázares indicó que la sustracción de menores se presenta de forma equitativa entre madres y padres, sin que exista una tendencia marcada hacia alguno de los dos.
Añadió que para que este delito proceda, es necesario presentar una querella, ya que se trata de un asunto que inicialmente se origina en el ámbito familiar, pero que puede escalar a lo penal si una de las partes sustrae al menor sin el consentimiento del otro tutor legal.
En cuanto a la incidencia geográfica, la fiscal señaló que la capital potosina concentra la mayor cantidad de casos, debido a su densidad poblacional. Finalmente, respecto a otro caso en el ámbito minero que ha sido señalado por Protección Civil Estatal como posible delito, García Cázares precisó que la Fiscalía podría intervenir si se identifica algún antecedente delictivo, aunque hasta el momento no ha tenido conocimiento formal del hecho.
