[AP]
El calor extremo en México, Centroamérica y partes del sur de Estados Unidos ha dejado a millones de personas bajo temperaturas sofocantes, ha sobrecargado las redes de energía y provocado que icónicos monos aulladores del sureste mexicano se caigan de los árboles y mueran.
Los meteorólogos señalaron que las condiciones han sido causadas por lo que algunos llaman domo de calor —una zona de fuertes altas presiones centrada en el sur del Golfo de México y el norte de Centroamérica que impidió la formación de nubes, mucho sol y altas temperaturas. Este calor extremo se produce en un mundo que se calienta rápidamente debido a los gases de efecto invernadero, que provienen de la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón.
Las altas temperaturas se extienden a lo largo del Golfo de México hasta partes de Estados Unidos, incluidas Texas y Florida. Esta ola de calor tiene lugar justo cuando miles de personas en Texas permanecen sin electricidad después de que tormentas eléctricas azotaran partes del estado la semana pasada.
En México, la intensa ola de calor se ha relacionado con la muerte de más de una veintena de personas desde marzo pero se prevé que la situación empeore a finales de esta semana y la próxima.
Según Mónica Eréndira Jiménez, del Servicio Meteorológico Nacional mexicano, será una de las olas de calor más largas y preocupantes de 2024 porque afecta a la mayoría del país. En mayo, más de 46 localidades registraron temperaturas récord.
La situación es especialmente grave en lugares como la Ciudad de México, que el 9 de mayo registró una temperatura máxima histórica de 34,3 grados Celsius (casi 94 grados Fahrenheit) y se espera que alcance los 35 Celsius (95 grados Fahrenheit) en los próximos días.
En la capital el calor se combina con la contaminación, por lo que se espera que aumenten las concentraciones de ozono, advirtió el programa de cambio climático de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Los impactos en la vida silvestre han sorprendido a los científicos, quienes reportaron la muerte de más de 130 monos aulladores en las selvas del sudeste y una mayor mortalidad de aves en la parte norte del país, probablemente causadas por el calor unido a otros factores.
Con precipitaciones inferiores a la media en casi todo el país este año, los lagos y las represas se están secando y el suministro de agua se agota en muchos lugares lo que ha generado protestas. Una de las últimas la protagonizaron policías de Ciudad de México que bloquearon temporalmente seis carriles de tránsito en una importante avenida de la capital el miércoles para quejarse de que no había agua en sus comisarías y los baños eran inutilizables.