Pagan sueño con su vida

[ EFE ]

Bohoniki, Polonia.- El cementerio musulmán de Bohoniki acogió este martes el funeral del bebé que murió hace una semana en el parto de una mujer migrante que entró en Polonia desde Bielorrusia, en una crisis con tintes de tragedia humanitaria.

Polonia denunció en las últimas 24 horas 174 intentos de cruzar su frontera de manera irregular, menos que en jornadas anteriores, puesto que el mal tiempo y la acción de las fuerzas de seguridad polacas dificultan el paso de los migrantes.

No existen datos concluyentes sobre el número total de fallecidos hasta la fecha, pero según la guardia fronteriza polaca y organizaciones locales se han registrado al menos una docena de víctimas en el lado polaco de la frontera.

El bebé Halikari Dhaker nació muerto después de que su madre fuera atendida de urgencia tras pasar varios días en los bosques de la frontera entre Polonia y Bielorrusia, donde se hallaba con su marido y sus otros cinco hijos, de origen iraquí.

Ningún familiar o representante diplomático asistió al sencillo funeral, celebrado por la comunidad musulmana de Bohoniki, representada por el imán Aleksander Bazarewicz y por dos residentes de origen checheno.

El bebé es el cuarto migrante de Oriente Medio que recibe sepultura en la pequeña población rural del este de Polonia desde que comenzó la crisis fronteriza.

Bazarewicz indicó, en declaraciones a EFE, que espera que se trate de “la última víctima” y que el resto de migrantes varados en la frontera “salgan cuanto antes de esta dura situación y vuelvan a sus países”.

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