Los rayos y vientos originan incendios

[AP]

Salem, Oregon.- Comenzó como un impresionante espectáculo de luces en un fin de semana de mediados de agosto: relámpagos crepitaban en los cielos del norte y centro de California, aterrizando en pastizales y viñedos.

El Servicio Nacional de Meteorología alertó que el impacto del relámpago en un paisaje seco “podría conducir a nuevos incendios forestales”. Resultó ser una descripción insuficiente de lo que podría ocurrir.

Miles de relámpagos desataron cientos de incendios en California y por lo menos uno en Oregon, preparando el escenario para algunos de los incendios forestales más destructivos en la costa oeste de Estados Unidos que se han visto en la historia reciente.

Un mes después los bomberos siguen combatiéndolos y por lo menos 34 personas han fallecido en los estados de California, Oregon y Washington.

“Lo que fue impactante para muchas personas fue el hecho de que esto realmente cambió el paradigma que la gente tiene en términos de su sentido de seguridad”, dijo Jim Gersbach, portavoz del Departamento Forestal de Oregon. Los incendios pasaron “muy cerca de zonas pobladas, avivados por los vientos y fueron prácticamente imparables”.

Una amplia zona de alta presión que se extendía de Alaska al desierto en el suroeste del país hizo que Denver presenciara una nevada veraniega, al tiempo que envió vientos calientes y secos hacia la costa estadounidense en el Pacífico. Esos vientos llevaron los incendios a través de los árboles y maleza que se habían secado durante el verano, provocando que los incendios aumentaran de tamaño y llevándolos a casas en zonas rurales. Muchos residentes apenas tuvieron tiempo de evacuar sus viviendas.

Por primera vez en la historia, cinco incendios forestales, que cubrieron por lo menos 405 kilómetros cuadrados (100.000 acres), ardieron simultáneamente en Oregon la semana pasada.

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