(El Universal)
Chihuahua.- En punto de las 12 del mediodía del sábado inició la misa para despedir a los sacerdotes jesuitas asesinados Joaquín Mora y Javier Campos.
La misa se llevó a cabo en el templo Sagrado Corazón de Jesús, la cual inició con una danza realizada por grupos tarahumaras que se dieron cita en el lugar.
Durante el funeral de los jesuitas asesinados, el sacerdote Javier “El Pato” Ávila, pidió en su discurso al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, revisar su proyecto de seguridad, ya que asegura que “no vamos bien”.
“Respetuosamente pido al señor presidente de la república que revise su proyecto de seguridad pública, porque no vamos bien. Este es clamor popular. Este evento lamentable no es aislado en nuestro país, un país invadido por la violencia y la impunidad”, señaló desde la iglesia Sagrado Corazón de Jesús en el municipio de Chihuahua.
Indicó que los sistemas le apuestan al olvido, sin embargo ellos le apuestan a la memoria, por lo cual su tono es pacífico, pero alto y claro.
“Son miles, miles de dolientes sin voz que claman justicia en nuestra nación. Los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos”, recalcó.
Señaló que la muerte no va a triunfar ante la vida, por lo cual se va a continuar con la misión a favor de la gente en la Sierra Tarahumara.
“Los jesuitas no abandonaremos la misión y menos el servicio a la gente. La muerte no va a triunfar ante la vida. Sabemos perdonar y perdonamos”.En su discurso el padre Ávila, mencionó que en los sacerdotes Javier y Joaquín, la población siempre encontró a dos hermanos profundamente humanos.
“Es tanto el dolor que nos dejan estas muertes, pero no olvidemos que son miles de nuestros en el país”.
Asimismo, los sacerdotes de la compañía de Jesús, aseguraron sentirse abrumados y no encontrar palabras ante la inesperada muerte de los dos sacerdotes.
En el discurso, añadieron que, “ante la trágica muerte de nuestros hermanos, nos sentimos abrumados y no encontramos palabras para explicarnos su partida de entre nosotros. Consternados ante este hecho, no podemos desesperarnos frente a este hecho, que en este doloroso momento venga en ayuda a nuestra fe cristiana”.
Aseguraron que la vida de los sacerdotes no ha terminado con su muerte, ya que creen que continúan viviendo en una dimensión distinta, “y ahora para nosotros incomprensible”.
El templo se encuentra lleno de personas que conocían a los sacerdotes y decir fue acudir a darle el último adiós.
Entre los asistentes también estuvo el hijo del guía turístico asesinado, Pedro Palma.
