Martín Rodríguez
[San Luis Hoy]
Con actividad presencial al 50 por ciento en las iglesias, bajas ventas de palmas y el reclamo del arzobispo para que los inspectores no molesten a los comerciantes que hacen las cosas de buena fe, transcurrió la celebración del Domingo de Ramos.
Inspectores municipales intentaron por la mañana desalojar a un grupo de vendedores que hacían su trabajo, en tanto en el centro se acumulaban miles de personas sólo para caminar y romper el distanciamiento social en negocios de concentración riesgosa.
Además del intento de desalojo, los mismos comerciantes aseguraban que habría bajas ventas por la falta de asistentes a la bendición de Las Palmas.
En respuesta al intento de desalojo el arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero dijo que hay mucho mejores formas de comer que molestando a los que hacen un trabajo honesto, como los que venden las palmas.
Hay muchos lugares que no deberían trabajar en la pandemia y sin embargo los están dejando, agregó el prelado.
En la bendición de Las Palmas y en la homilía de la Catedral el arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero llamó a los potosinos a conservar las tradiciones y hacer lo necesario para impedir la transmisión del virus de coronavirus Covid-19.
