Leonel Mora
[San Luis Hoy]
Para muchas de las familias visitantes del cementerio municipal de El Saucito, las festividades en torno al Día de Muertos “revivieron” después de dos años de ausencia a causa de la pandemia de Covid-19.
Lejos de desaparecer, esta tradición evoluciona hacia nuevas formas.
En recorrido por el panteón más grande de la capital potosina, cuya extensión llega a las 64 hectáreas, se pudo dialogar con algunos de los visitantes, quienes destacaron que con la pandemia “casi por acabar”, este año sí fue posible entrar con la familia completa, incluyendo personas adultas mayores y personas con discapacidad.
Recordaron que el año pasado, 2021, apenas se permitió el ingreso a uno o dos familiares, y en el 2020 la mayoría de los cementerios permanecieron cerrados. Sobre todo, los particulares.
Para muchas niñas y niños, este año fue su primera ocasión visitando las tumbas familiares, aunque gran parte de su atención fue “robada” por los sepulcros de infantes cuyos deudos adornaron con dulces, globos, serpentinas y juguetes.
En esta ocasión, hubo más visitantes maquillados y ataviados como catrín o catrina, o incluso con disfraces de la reciente festividad de Halloween.
En cuanto a las nuevas formas de la tradición, las redes sociales permitieron a muchos de los visitantes, especialmente a los más jóvenes, transmitir y compartir su visita al cementerio con amigos y con familiares residentes en otras ciudades o en el extranjero, sin que faltara, por supuesto la obligada “selfie” con el sepulcro familiar de fondo.