Martín Rodríguez
[San Luis Hoy]
La transmisión de la inauguración del mundial de fútbol, a temprana hora, modificó los usos de los restaurantes, que a pesar de contar con pantallas para la transmisión de los partidos, no contaron con afluencia más allá de la esperada con motivo de la actividad conocida como el Buen Fin.
Si bien a medio día se compensó la asistencia, ya era muy tarde para ver la inauguración. Los clientes ya se habían enterado por redes sociales, de los partidos y de los acontecimientos.
Restauranteros reportaron que subió la venta de cerveza, y en algunos bares llegó el que solo consume, y alguno que otro situado cerca del televisor.
El horario complicó las cosas. Algunos pudieron recibir a sus comensales en los partidos de más tarde, pero el consumo fue el propio de un domingo familiar.
En restaurantes del centro, el futbol se escuchaba hasta la Plaza del Carmen. Caminar por la calle Iturbide y la zona del Museo del Virreinato, no fue suficiente distancia como para no darse cuenta de los monitores que daban cuenta de goles y jugadas.