Martín Rodríguez
[San Luis Hoy]
Residente desde 1956 en México, Enma Castro Ruz confiesa que se siente muy potosina, que disfruta cada calle y las personas que conoce, y reconoce el desarrollo de los ideales de su hermano Fidel, a quien describió como un hombre extraordinario.
Fidel Castro, es identificado como uno de los hombres que pisó tierras de la Huasteca potosina, en años de la planeación de la Revolución Cubana. Enma sólo se enteraba de eso a distancia.
Del rebozo de Santa María considera que es una parte de la vestimenta que no se debe dejar morir porque es preciosa, y que cada vez que vea un rebozo se va a cuadrar e incluso piensa llevarse algunos La Habana y dirá a los cubanos cómo se hace esa prenda.
Luego de participar en el evento de consolidación de los nuevos enlaces de coordinación con 9 ciudades patrimonio de Iberoamérica, a convocatoria del presidente del Consejo Consultivo del Centro Histórico de San Luis Potosí, Horacio Sánchez Unzueta, Enma Castro recuerda que a su llegada a México en 1956 se compró un rebozo de Santa María de un color muy pálido y lo usaba mucho y le gustaba.
“Es una pena que ya no se use tanto y por ello, es necesario revivir el uso del rebozo a nivel nacional. Prometo que voy a llevar un rebozo a La Habana, lo voy a exhibir y voy a hablar del rebozo con todo lo que aprendí en el Museo del Rebozo de Santa María del Río”.
A su paso por San Luis Potosí, asegura que en el Centro de las Artes, le sorprendió el legado artístico de Leonora Carrington, y lo considero una gran oportunidad de ver muchas obras de ella.
Asegura que desde muy joven que llegó a este país, nada más estuvo en la Ciudad de México, y en realidad fue después cuando comenzó a conocer el territorio mexicano.
De Fidel y su presencia en México, en los años de gestación de la Revolución Cubana, dice que admira a su hermano porque “él desarrollo sus ideales y fue un hombre extraordinario qué tiene amigos y enemigos y que alrededor de él hay mucha discusión, pero yo pienso que es admirable y no porque sea mi hermano, sino porque lo conocí”,
De sus hazañas, dijo que nada más las veía por los noticieros.
Explica que ella está en México precisamente por Fidel, y llegó antes de que su hermano y otras personas abordaran el Buque Granma, que partió de Tuxpan, Veracruz, para dirigirse a Cuba, y según ella sólo se quedaría tres meses, pero después se transformaron en 2 años y 3 meses, tuvo novio mexicano y se casó con él en La Habana.
Se considera cubano-mexicana y ahora también es potosina, porque ha venido varias veces, tiene amistades y con la familia Vega son sus compadres.
