Gracias a despido nació Rico Amor

Rubén Pacheco

[San Luis Hoy]

De estar triste y agobiada por perder su empleo, justo en el contexto de la pandemia de la Covid-19, Karina Castillo, creadora de Rico Amor, un micronegocio de postres, sobre todo pan de muerto, ha pasado a deleitar los paladares de los potosinos con presentaciones culinarias innovadoras.

El concepto surgió de una idea muy simple: un día Karina tenía muchísimo antojo de pan de muerto y decidió ir a comprar algunas piezas, pero para degustarlo sobremanera optó por combinarlo con relleno de chocolate nutella y fresas, ingredientes existentes en su refrigerador.

Ante ese contraste de sabores, concibió la idea de comenzar a venderlo, aunado a que recientemente había sido despedida de su trabajo por recorte de personal. “Eso me desestabilizó mucho económicamente”, enfatiza.

Pese al sentimiento de tristeza, se enfocó en la idea, que pareciera estaba destinada a ejecutar, ya que previamente había adquirido una máquina para hacer churros en un afán por explorar su “lado de repostera amateur”, como se autodenomina.

Indica que poco a poco ha reportado crecimiento su negocio, sobre todo entre sus amigos y conocidos, pero debido a que su hermana está por inaugurar un comercio de venta de elotes, le donó un pequeño espacio para poder colocar un stand y promocionar sus productos.

Aunque en la actualidad se enfoca en la preparación del pan de muerto y churros, acompañados con diversos complementos, prevé la comercialización de buñuelos. Cada uno de sus alimentos pueden solicitare en su sitio de Facebook, Rico Amor.

“Por puro gusto personal, pero eso me llevó a querer vender, además que siempre me ha gustado eso. Ya tenía un año queriendo dedicarle tiempo a hacer postres, pero fue hasta este mes que me animé y el primer nombre que vino a mi mente fue Rico Amor, porque realmente cada cosa la preparo con gusto y con entusiasmo”, relata la joven repostera.

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