Leonel Mora
[San Luis Hoy]
Uno de los paseos más turísticos de la capital potosina, la Calzada de Guadalupe, sigue padeciendo la falta de mantenimiento de sus adoquines y redes de drenaje aledañas, lo cual, además de perjudicar la imagen urbana, genera riesgos de accidentes a peatones y automovilistas.
En la esquina de la calzada con la calle de Carlos Diez Gutiérrez, justo afuera de la entrada de la Benemérita Cruz Roja Mexicana, un derrumbe de los añejos tubos del drenaje provocó un hundimiento que tuvo que ser cercado con listones de advertencia, ya que la profundidad por debajo de la capa de adoquines podría ser mayor a un metro y medio.
Para colmo, el desperfecto provocó la salida y acumulación de aguas negras junto a la institución de salud.
En otro punto de la misma Calzada, en el tramo ubicado entre las calles de Juan Escutia y Vicente Suárez, varias piezas de adoquín se desprendieron del suelo y dejaron un hoyanco de 60 por 90 centímetros que tuvo que ser “señalizado” con objetos que los vecinos hallaron en las cercanías, como un tubo blanco de PVC y una polvera que quizás se desprendió de un automóvil cuyo conductor tuvo la mala fortuna de no advertir a tiempo el boquete.
La Calzada de Guadalupe, al igual que sus barrios tradicionales de San Sebastián y San Miguelito, sufren en general de la falta de mantenimiento regular a su antigua infraestructura pública y de servicios.
