Martín Rodríguez/
Rubén Pacheco
[San Luis Hoy]
Propietarios de negocios ubicados en la avenida Carranza aseguran que se les cayó la clientela y que están en riesgo de cerrar.
Además, desconocidos dañaron la fachada de un negocio vinculado con la inconformidad a que se mantenga la ciclovía, se trató del local ubicado en el 1035 de la avenida Venustiano Carranza, donde fue colocado un letrero en una lona, que advierte que Carranza no es zona de ciclovía, porque esa medida la hace vialidad de desempleo e inseguridad.
Otra lona fue colocada en la ya muy destruida casa que alojó por años las instalaciones de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental.
En ella, los barandales han desaparecido en forma impune y se resguardan drogadictos y ladrones.
Los comerciantes advierten que la ciclovía está subutilizada.
Aparte, Lois Muñoz, integrante del colectivo ciclista Derechos Urbanos, dijo la vía confinada es un derecho adquirido y pretender por presuntas pérdidas económicas de unos cuantos locatarios, es una medida egoísta.
“Ninguna pérdida económica se equipara con la pérdida de la vida de una persona. Entonces, las ciclovías están ahí para salvar vidas. Las pérdidas de unos cuantos, no deberían justificar que se mueva”, dijo.
Advirtió que cabe la posibilidad de ampararse frente a la intención de reubicar los accesos, sobre todo porque existe legislación que sustenta la persistencia y ampliación de las ciclovías.