El Ayuntamiento destaca los espacios que cumplen con indicadores internacionales de accesibilidad
Por Rolando Morales
[San Luis Hoy]
El Ayuntamiento de San Luis Potosí presentó la primera Guía de Turismo Accesible, un documento que concentra los espacios turísticos de la capital que cumplen con indicadores internacionales de accesibilidad. De acuerdo con la directora de Turismo Municipal, Claudia Lorena Peralta Antiga, la guía es resultado de revisiones realizadas durante meses en hoteles, restaurantes, atractivos turísticos y recorridos guiados, con el objetivo de identificar qué lugares pueden recibir a personas con discapacidad sin improvisaciones.
Sin embargo, el contenido también expone las limitaciones actuales de la ciudad. En el caso del Centro Histórico, Peralta Antiga explicó que la accesibilidad avanza en tres etapas bajo la coordinación del Instituto Municipal de Planeación (Implan). La primera corresponde a las adecuaciones ya visibles en Plaza de Armas y sus accesos; la segunda, que está en proceso, ampliará las intervenciones hacia las calles más transitadas por turistas; y la tercera etapa aún no tiene fecha definida.
En paralelo, continúan las solicitudes para instalar más guías podotáctiles y rampas en otras zonas del primer cuadro, donde persisten obstáculos para el desplazamiento seguro de peatones con discapacidad.
El diagnóstico es más contundente en la hotelería. La normativa internacional establece que entre el 3 y el 4 por ciento de las habitaciones deben ser accesibles, pero en San Luis Potosí el promedio actual es apenas del 2 por ciento. Solo los hoteles incluidos en la guía cumplen con los indicadores completos; en otros, existen habitaciones catalogadas como accesibles que aún no reúnen los requisitos necesarios. Las cadenas nacionales e internacionales suelen contar con una o dos habitaciones adaptadas por políticas propias, mientras que los establecimientos locales enfrentan el reto mayor para alcanzar los estándares.
Sobre el hospedaje tipo Airbnb, Peralta Antiga señaló que no existe una regulación que permita evaluarlo bajo los mismos criterios. Aunque se han realizado capacitaciones con los anfitriones, las normas de accesibilidad aplican únicamente a hoteles, por lo que las viviendas particulares quedan fuera del diagnóstico
