Martín Rodríguez
[San Luis Hoy]
De 2015 a la fecha, el acueducto de la presa El Realito se ha reventado en 75 ocasiones, setenta de ellas antes de la crisis del agua, según registros del Interapas, estas fallas más recurrentes en los últimos cinco años, dejan sin agua, durante varios días, incluso semanas a más de 100 colonias y a miles de familias.
A pesar de los innumerables desperfectos y molestias, el contrato a la empresa “Aquos”, encargada de la operación y mantenimiento del defectuoso acueducto, sigue vigente, la única sanción es que cuando falla y falta el suministro, no se le paga el servicio.
Durante años, principalmente tras los desperfectos, tanto la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Comisión Estatal del Agua (CEA) anuncian sanciones y el inicio de procedimientos legales contra la empresa operadora por incumplimiento de contrato, pero solo ha quedado en declaraciones.
La Conagua atribuye los constantes desperfectos a fallas de origen desde que inició la construcción, en el sexenio de Vicente Fox y de Marcelo de los Santos, debido a la mala calidad de los materiales, ya que no son adecuados para soportar el enorme volumen de agua a transportar
La planta potabilizadora y el acueducto entraron en operaciones meses después y la segunda al finalizar el 2016. Luego, en 2017 ocurrieron otros dos accidentes y la historia continuó de la misma forma para los años 2018 y 2019.
Durante la pandemia, en 2020 el acueducto se fracturó en cinco tramos. Luego en 2021 hay un registro de 15 accidentes derivados de la pérdida de resistencia y para 2022, el de mayor problema, hay un registro de 25.
En el corto tiempo de suministro de agua del año 2023, previo al inicio del denominado día cero del 26 de mayo, ya había un reporte de 17 accidentes, y desde el inicio del suministro de 2024, el acueducto se ha fracturado en cinco ocasiones.
El costo de operación del acueducto es indistinto a un pago obligado que las alcaldías de Cerro de San Pedro, San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez deben aportar de manera solidaria para financiar el costo de construcción de la cortina.