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LA corrupción y su prima hermana la impunidad es un cáncer que carcome a nuestro país, cada vez con más frecuencia vemos como, con gran cinismo, la mal llamada “clase política” mexicana descaradamente desvía el dinero de nuestros impuestos a sus bolsillos, cada sexenio y cada trienio vemos a nuevas generaciones de “nuevos ricos” a costilla de los ciudadanos. Gobernadores, diputados, alcaldes y funcionarios de los tres niveles de gobierno y de todos los colores, sabores, ideologías y partidos, salen de sus cargos con propiedades, lujosas residencias, ranchos, negocios y una buena cantidad de recursos que no ganarían ni en dos vidas…

 

YA no sorprende ni asombra que los hijos de ex gobernadores, como el panista Marcelo de los Santos, apenas concluyó su gestión, comenzaron a hacerse de propiedades, plazas comerciales, complejos de edificios de departamentos, yates, socios de parques importantes parques industriales erigidos durante el sexenio de su padre, y ahora de un lujoso edificio en la zona diamante de la ciudad diseñado por prestigiados arquitectos de fama mundial, con un costo de varias centenas de millones de pesos…

 

ATESTIGUAMOS cómo Victoria “Labandida” y su camarilla saquearon durante tres años las arcas del municipio de la capital, llegaron hasta el extremo de crear una empresa de prestanombres para hacerse de un predio propiedad de la ciudad en una exclusiva zona, donde posteriormente desarrollaron el fraccionamiento Monterra, o qué tal Ricardo Gallardo Juárez con su impresentable millonario negocio de las luminarias de Panavi, que por fortuna fracasó, o el caso de Rodolfo Ramos Segura, hermano de María Luisa, exesposa de Fernando Toranzo, que al inicio de ese perdido sexenio llegó de Ciudad Valles con una mano atrás y una adelante, y gracias a los negocios turbios en el DIF-Estatal, en seis años se hizo de una lujosa residencia en Las Lomas, varios lucrativos negocios entre ellos varias cafeterías, y así podríamos llenar interminables planas de los hechos de corrupción en nuestro querido y saqueado San Luis…

 

Y en Ciudad Valles también hace aire: Adrián Esper Cárdenas, llegó a la alcaldía de “la puerta grande de la Huasteca” como candidato independiente, el que actualmente se autodenomina “Andy Panda”, estrafalario, polémico, escandaloso y hasta cómico, arrasó en las elecciones montado en el buen nombre de su apellido y el cansancio de los vallenses, tras el paso de desastrosas administraciones municipales de todos los partidos, se pensaría que gracias a la gran fortuna heredada por su padre el arquitecto Alfonso Esper Bujaidar, la gestión de Adrián Esper se salvaría de actos de corrupción, pero parece que no…

 

TÓMELO bajo reserva, pero trascendió que en septiembre de 2011, el actual alcalde de Ciudad Valles Adrián y su hermano Alfonso, celebraron con la administración municipal que en ese tiempo encabezaba la finada panista Socorro Herrera, un contrato de promesa de compra-venta de dos inmuebles ubicados en el Fracc. Villabrisa y otro en el Fracc. el “21”, estos predios, en estas fechas, todavía estaban a nombre de Alfonso Esper padre, fallecido en 2007 y a pesar de esto se realizó el leonino, convenio por lo cual, durante un tiempo, se les   pagó la renta…

 

SEGÚN información proporcionada por varios regidores de este ayuntamiento que por obvias razones omitimos sus nombres, a finales de julio del año en curso, de las cuentas del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios (Fortamun), el alcalde Adrián Esper se auto asignó un pago de 4 millones 500 mil pesos y otro más de 9.5 millones de pesos a su hermano Alfonso, por el presunto concepto de “cobro parcial de intereses moratorios” del mentado contrato de compra-venta de los dos inmuebles con el municipio, así como lo escucha, en un municipio donde todavía una buena parte de su población no cuenta con agua y drenaje y la mayoría de sus calles están sin pavimentar, el alcalde, del recurso destinado a mejorar los servicios básicos, se paga junto a su hermano 14 millones de pesos de un opaco convenio por la renta de un par de predios que ni a su nombre estaban las escrituras, una enorme ilegalidad, un aberrante acto de corrupción injustificable, ¿y así quiere ser candidato a gobernador del estado “Andy Panda”…

 

AHORA bien, la Auditoría Superior del Estado tiene la obligación y la responsabilidad de sancionar este vil robo en despoblado, no puede permitir que impunemente un alcalde se pague a sí mismo y a su hermano 14 millones de pesos de las arcas públicas de un municipio donde la mayoría de sus habitantes viven en la pobreza, esperamos que la ASE, en la revisión de las cuentas públicas próximas a entregarse al Legislativo, incluya estas observaciones, ya es hora que la ASE justifique su oneroso presupuesto, pero en fin “hasta en las mejores familias”… Armando Acosta

 

 

 

 

 

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