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DECÍA el célebre exdiputado, periodista y poeta J. Carmen García Vázquez, que alguien puede ser diputado una sola vez y la vergüenza le dura toda la vida, y para vergüenzas no ganamos con algunos legisladores, que muestran sus peores lecciones de servidor público justo cuando son usuarios de alguna de las 27 curules disponibles en el edificio de Jardín Hidalgo 19…

UNO de esos diputados que tal vez requieran algunas lecciones de urbanidad o de portarse como un caballero, es el plurinominal Edgardo Hernández Contreras, del Partido Verde, quien mostró dos caras según el tipo de funcionario al que pudiera enfrentar en sendas comparecencias de titulares de dependencias del Poder Ejecutivo Estatal…

LA primera de las dos caras fue mostrada en el proceso de comparecencia de la titular de la Secretaría de Salud de Gobierno del Estado, Mónica Liliana Rangel, a quien le increpó una serie de observaciones en voz alta, y le interrumpió una y otra vez sus argumentaciones para responderle en forma según eso enérgica…

CON la funcionaria estatal enfrente, el diputado se comportó como un varón se lleva con otro y se ponen al “tú por tú”; es más, con la funcionaria las observaciones y el tono en el que las explicó rayaron en lo grosero y en el estilo de patanería con la que un hombre suele ejercer la violencia de género contra las mujeres…

APENAS 24 horas después, y con los reporteros como testigos, ante el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, Jaime Ernesto Pineda Arteaga, quien encabeza una dependencia estatal sensible por el grado de importancia del resguardo de la integridad personal y patrimonial de los potosinos, el mismo diputado actuó con muy bajo perfil…

YA frente a un funcionario al que se le han cuestionado sus resultados de seguridad e incluso el complejo estado de ánimo de los potosinos, porque las estrategias no dan pie con bola, Edgardo Hernández dobló las manos y se hizo pequeño, anónimo y esdrújulo…

SE dirigió al jefe policial con un lenguaje cauto y más bien como sin ganas de enfrentarse al señor de la seguridad, como queriendo esquivar a un servidor público que ha sido el centro de múltiples cuestionamientos, incluso por temas de seguridad en los que se sospecha la vinculación de policías con delincuentes en las colonias, o la deliberada inactividad en algunos casos…

¿EDGARDO le saca a portarse de igual manera con el jefe policial porque lo ve con arma? Sí; Edgardo le tuvo miedo al funcionario…

PARA vergüenzas, algunas otras muestras de puro teatro, como ocurrió con la diputada plurinominal de MORENA, Alejandra Valdez, quien asegura que la encontraron tirada y que fue necesario pedir un aparato para atenderse, pero nunca dijo que ese aparato del Hospital General de Soledad se lo proporcionó precisamente un médico que estaba presente en la comparecencia; una cosa es criticar y la otra muy diferente, intervenir para lucirse…

NUESTROS legisladores tienen mucho que explicar de su calidad para hacer preguntas, y sobre todo cuando los “ternuritas” buscan hacer daño a la imagen de una persona y se les devuelve como boomerang…

PD. Hace algunos años, las propias ambiciones del ex presidente consejero del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, Rodolfo Aguilar Gallegos, ocasionaron una importante oposición de los dirigentes de los partidos políticos, cuando el Instituto Nacional de Electoral lo propuso para presidente del organismo público local electoral, ya regulado por la Ley Electoral vigente. Ahora resulta que está exigiendo una prima de antigüedad como si la fuente de empleo hubiera sido una garantía para jubilarse. Es preciso recordar que en la ley nadie lo obligó a ser consejero y a desempeñar su encargo bajo un contrato de base definitiva, porque fue él quien se propuso a sí mismo con su “proyectito” y también, que el trabajo de consejero es un cargo público y no una fuente de empleo. Si quería una jubilación, se hubiera ido a trabajar como obrero en la Zona Industrial para que le den dinero por prima de antigüedad. Si una instancia jurisdiccional le concede el privilegio, habrá que esperar que los políticos pidan que el Estado les dé dinero cuando ya no logren ganar ninguna elección.

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