MIENTRAS que el gobernador Juan Manuel Carreras anda ocupado en la “grilla” y más preocupado porque su candidata a sucederlo, Mónica “lagrimita” Rangel, va en un tobogán descendente en las encuestas serias, su campaña no prende y anda “a salto de mata” escondiéndose de sus detractores, mientras que el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), Jaime Pineda, se encuentra intubado en un nosocomio a consecuencia del Covid-19, mientras que el director del C5-i2, Ricardo Galindo, también por coronavirus está hospitalizado aunque en franca recuperación, mientras que los alcaldes de la capital y Soledad de los Ranchos, Xavier Nava y Gilberto Hernández respectivamente, los dos con licencia al cargo y preparándose para su campaña para buscar otro cargo de elección popular, en tan sólo los primeros doce días transcurridos de marzo, 38 personas han sido ejecutadas en la entidad potosina…
A razón de un promedio de un homicidio doloso cada 8 horas en lo que va del mes en curso y a más de dos meses de que la SSPE se encuentre acéfala, es una irresponsabilidad que raya en lo criminal, que el gobernador “Carreritas”, ante el baño de sangre y ola de inseguridad que como nunca azota a la entidad no haya designado aún a un nuevo secretario de Seguridad Pública, pues es obvio y evidente la ineptitud del encargado de despacho, el director de la Policía Estatal Carlos Arturo Landeros, no se trata de destituir a Pineda Arteaga en estos momentos críticos que atraviesa, pero bien puede “el güerito” Carreras nombrar a un nuevo titular de la SSPE en esta crisis severa de inseguridad…
TAN sólo en las últimas 48 horas se han registrado nueve ejecuciones en la entidad, tres jóvenes asesinados en ataque armado en Hogares Ferrocarrileros que dejó además 3 heridos; una mujer a la que le destrozaron la cabeza a tiros y un hombre ultimado, los dos en Ciudad Valles; un sujeto ejecutado en Rancho Nuevo, otro más en Rioverde, el colmo: un joven muerto a bordo de su vehículo a unos cuantos metros de la Unidad Administrativa Municipal, sede del Ayuntamiento capitalino y el más doloroso, injusto y deleznable: el crimen de una pequeña de nombre Camila, de apenas 9 años, que ayer fue víctima directa de cobardes sicarios que le dispararon a quemarropa en dos ocasiones frente a su padre, en la calle de Negrete en El Morro…
LAMENTABLES todas estas muertes violentas, pero lo que indigna, enoja y da mucho coraje es el vil asesinato de la pequeña Camila; ¿qué mal pudo haber hecho una niña de apenas 9 años para morir así a manos de criminales cobardes y sin escrúpulos?, ¿Cuánto tardará la autoridad para detener a los asesinos de la pequeña Camila?, ¿o sólo hay justicia “rápida y expedita” cuando hay un homicidio de un empresario, donde la Fiscalía florero que encabeza Federico Garza Herrera da celeridad a las investigaciones y en tiempo récord capturan a los responsables?, por cierto, el “logro” de resolver el crimen del líder de la Coparmex fue efímero y fugaz, poco le duró el gusto al fiscal-florero, que después de este homicidio y su aparente solución, se suscitaron otros 37 asesinatos violentos. Al cierre de esta edición se reporta otro ejecutado, un masculino ultimado a balazos en la calle Mariola, en el Fracc. Valencia, ¿cuántos muertos más Carreras, cuántos más para que de una vez por todas te pongas a trabajar?…
PD.- Hoy se cumple un año del primer caso de Covid-19 presentado en la entidad potosina, en 365 días de pandemia se han registrado casi 60 mil contagios y casi 5 mil muertes por el virus, el doble de infectados y 150 por ciento más de muertes que “en el peor escenario” tendríamos en SLP, según pronosticó la entonces titular de la Secretaría de Salud estatal, “la doctora muerte” Mónica Rangel, estas cifras son más que suficientes para confirmar el pésimo desempeño de la ahora candidata de Morena a la gubernatura, a la par, la corrupción en esta dependencia también se disparó, en este año de pandemia y sin mediar licitación, la SS adjudicó de manera directa 317 contratos con un costo de más de 500 millones de pesos a proveedores, algunos muy sospechosos, por ejemplo ¿cómo se explica Usted querido lector que “la doctora muerte” haya pagado más de 85 millones de pesos a una empresa fantasma por la compra de presuntas pruebas de Covid?, ¿o los más de 40 millones de pesos a Mauricio Ayala para organizar conferencias de prensa y mantenimiento a las Unidades Centinela?, pero en cambio, para la compra de oxigeno sólo destinó 24 millones de pesos, ¿Y así tiene el cinismo Mónica Rangel de hablar de “combatir a la corrupción?, qué descaro… Armando Acosta
