Bitácora

MANUEL, de 47 años, sano y sin comorbilidades, comenzó con escalofríos y dolor de cabeza, inmediatamente acudió al médico quien le diagnostico una infección en la garganta y le recetó unas inyecciones, pero los síntomas se agravaron con altas temperaturas y el cuerpo cortado, regresó con el médico que lo atendió quien le dijo que presentaba síntomas de Covid-19 y que tenía que ser atendido en un hospital y hacerse la prueba, fue a la Unidad Centinela ubicada en las instalaciones de la Fenapo, ahí le dijeron que no tenían pruebas y que se dirigiera a la clínica del IMSS que le correspondía, por lo que se trasladó a la Clínica 50 del Seguro Social, donde por horas espero la atención, su familia desesperada porque nadie les hacía caso y su oxigenación en sangre descendía, lo llevó a su casa y trajeron un médico particular quien de inmediato recetó el suministro de oxígeno, el que se le proporcionó…

 

CUANDO a pesar del oxígeno, la salud de Manuel no mejoraba y cada vez se le dificultaba respirar, los familiares lo trasladaron al Hospital Central, donde no fue recibido por lo que llevaron, de nueva cuenta, a la Unidad Centinela de la Feria, donde por fin lo ingresaron, en este lugar estuvo dos días internado presuntamente para “estabilizarlo”, pero no pudieron y lo enviaron al Hospital General de Soledad, fue la última vez que sus familiares lo vieron, una semana más tarde no había mejoría en el estado de Manuel, quien desesperado y por medio de un médico mandó decirle a su familia que lo cambiaran de clínica, los parientes buscaron espacio en hospitales privados, la respuesta fue siempre la misma, no hay lugar…

 

CINCO días después los médicos informaron a los familiares que debido a la gravedad y la falta de oxigenación, Manuel debería de ser intubado y pidieron la autorización, la cual fue concedida, antes de ser intubado una enfermera comunicó por video llamada al enfermo con su esposa, Manuel casi no podía hablar, dos días después falleció, dejando a tres hijos en la orfandad. Al menos pasaron seis días antes de que Manuel fuera atendido después de recorrer un viacrucis por la Unidad Centinela, el Central y la Clínica 50 del IMSS; el hubiera no existe, pero ¿qué hubiera pasado si esta persona se le hubiera atendido cuando llegó la primera vez a la Unidad Centinela o al IMSS?…

 

¿DE qué demonios sirve que el sub secretario de Salud federal Hugo López Gatell y la impresentable titular de los servicios de Salud estatales, Mónica Rangel repitan una y otra vez, “la importancia de la atención temprana” contra los síntomas de Covid-19, “pues es la diferencia entre la vida y la muerte”, y que un portador del virus SARS Cov-2 que comienza a sentir los síntomas y deja pasar dos o tres días, lo más seguro es que registre daño pulmonar a pesar de que salve la vida, si Manuel no fue atendido en los primeros días que presentó los síntomas en TRES hospitales públicos, todos destinados para la atención Covid y donde en la Unidad Centinela le negaron a hacerle la prueba “porque no tenían”…

 

ES una ineptitud y una irresponsabilidad criminal por parte de las autoridades sanitarias federales y estatales que engañan, simulan, maquillan cifras y dan mensajes contradictorios a la población, en un país donde ayer, según números oficiales, se rebasaron los 100 mil muertos por el virus y más de un millón de contagios y donde todavía tienen el cinismo y la cara dura de decir que “la pandemia está bajo control”, ¿se atreverá Mónica Rangel y su solapador y encubridor, el gobernador Juan Manuel Carreras a dar la cara y decirle esto a los hijos, esposa, hermanas y padres de Manuel y de las miles de muertes provocadas por su negligencia?…

 

MÉXICO, junto con Estados Unidos, Brasil y la India  es uno de los cuatro países en el mundo con más de 100 mil fallecido por coronavirus, pero también se encuentra entre los 10 países con más muertes por cada 100 mil habitantes; Yemen es el país con la mayor tasa de letalidad de Covid-19, México es el segundo, con la gran diferencia que en Yemen, hasta ayer tenía registrados 6 mil 86 contagios y 605 defunciones por el virus; estamos en un estado fallido, fallido en sus estrategias contra la pandemia, la seguridad, la economía, el combate a la pobreza y la impartición de justicia. Lo peor es que la vacuna, donde todo el mundo tiene centradas sus esperanzas, estaría lista para julio o agosto del año pasado, según las autoridades estatales, sí esto dicen estos ineptos, espérala por ahí de finales de 2021 principios de 2020, lo único que nos queda es cuídanos…Armando Acosta

 

 

 

 

 

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