Bitácora

“LAS convicciones políticas son como la virginidad: una vez perdidas, no vuelven a recobrarse”, frase de Francisco Pi y Margall, político, ensayista e historiador español, presidente del Poder Ejecutivo de la Primera República, a finales del siglo XIX, dicho que cobra vigencia más que nunca en nuestra triste realidad en nuestro país. La degradación del sistema político mexicano está en un punto de putrefacción preocupante, nunca antes en la historia se habían observado campañas más sucias, denigrantes, indignantes, revueltas e indecentes, como las que, afortunadamente acaban de concluir el pasado miércoles, donde las ideologías fueron sustituidas por el pragmatismo, donde las descalificaciones imperaron y las propuestas brillaron por su ausencia, donde se evidenció que en la lucha por el poder, los escrúpulos, la ética, la honorabilidad, no tienen cabida…

PARA algunos politólogos la definición de la política es el arte de realizar lo posible para el bien de la comunidad, para otros es el arte de dialogar, llegar a consensos y acuerdos, una definición de política de la Real Academia Española, es “cortesía y buen modo de portarse, hoy, la política en México es ver enemigos ideológicos históricos a muerte, con posturas irreconciliables en el pasado, hoy son amigos y aliados entrañables, compañeros íntimos ayer, en la actualidad son contendientes que no se dan cuartel y se descalifican e injurian a cada paso, otrora camaradas inseparables que todo lo compartían, ahora despiadados enemigos que se quieren destruir…

NO por nada, recientes estudios serios arrojan resultados sorprendentes donde los partidos políticos en nuestro país ocupan los últimos lugares en confianza, el 70 por ciento de los mexicanos tienen poca o ninguna confianza en los partidos políticos, sólo el 4 por ciento de la población confía en ellos, el 52 por ciento está poco o nada satisfechos con la actual democracia en México y el 65 por ciento considera que las elecciones en nuestro país no son limpias. El estado de crispación y degradación política en nuestra entidad, es principalmente responsabilidad de los partidos, que incumplen con su deber de generar buenos funcionarios o representantes, dice acertadamente Pablo Sergio Aispuro, vocal ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE) en la entidad, quien advirtió que los partidos deberían de ser una “cantera” de formación de personas honestas que van a dirigir al estado, pero lo que vemos son “escuelas de triquiñuelas para ver donde se brincan la norma electoral”…

POR desgracia, las personas honestas están tan asqueadas de la política y de sus partidos que la vomitan, la rechazan y nada quieren con ella, se dedican mejor a su profesión o sus negocios, sin embargo, estos vacíos han sido ocupados por personajes deleznables que han hecho de la política un asco, y un modo de vida fácil, sólo un escalón para enriquecerse, ¿cómo es posible que hoy tengamos como candidatos a personajes tan impresentables y corruptos como José Luis “tecmoloco” Romero Calzada, haciendo payasadas, desvaríos y que todavía haya ciudadanos que lo aplaudan “Porque es cool” o porque está loco?, ¿cómo es posible que una buena parte de los actuales diputados locales o alcaldes, a pesar de su desastroso desempeño busquen reelegirse en el cargo u otros cargos de elección popular, pidiendo el voto a los potosinos, como los casos de Rubén Guajardo que no tuvo ni la decencia de renunciar a su cargo para andar en campaña o Ricardo Villarreal Loo, o Xavier Nava Palacios, o Mónica Rangel, o Roberto Alejandro “el jano” Segovia, o Mauricio Ramírez Konishy, por mencionar a algunos?…

PERO la culpa no la tiene el indio, sino el ciudadano que lo hace diputado o alcalde, a pesar de los malos resultados, la culpa es de nosotros los ciudadanos, que por una despensa, una dádiva, cambiamos nuestro futuro, a tres de seis años de saqueos y corruptelas, el problema es que no hay ni a cuál partido irle, todos se esmeraron en ofrecer una campaña llena de odio, suciedad y enconos que polarizan, encrespan y crean un clima de latente violencia, pero en fin…

PD.- Como es costumbre, surgen irregularidades en las recientes jubilaciones de empleados municipales de la capital, otorgadas hace un par de días por el alcalde interino y a la vez candidato a regidor, Alfredo Lujambio Cataño, está el caso de un trabajador “consentido” con no más de 20 años de antigüedad, que fue jubilado con 40 mil pesos de sueldo, mientras que hay burócratas con más de 30 años laborando con sueldos muy inferiores que todavía no pueden obtener esta prestación, ya mañana le daremos más detalles…Armando Acosta

 

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