26-11-21

“LA burra no era arisca, la hicieron a palos”. Cualquier alza de impuestos es impopular, pero tratándose del Impuesto Sobre Erogaciones por Remuneración al Trabajo Personal, mejor conocido como Impuesto Sobre la Nómina (ISN), serán los empresarios quien absorban el 0.5 de aumento que la nueva administración estatal propone en la Ley de Ingresos para el 2022, que actualmente es del 2.5 por ciento para quedar en el 3.0. Durante el sexenio pasado el destino de lo recaudado por este gravamen es opaco e incierto, nadie sabe a ciencia cierta a donde fueron a parar cientos de millones de pesos captados por el estado…

CON la entrada en vigor de la gratuidad de licencias, placas, engomados y tarjetas de circulación aprobada recientemente a solicitud del Ejecutivo, el gobierno dejará de recaudar un estimado de alrededor de mil millones de pesos al año, el incremento del 0.5 por ciento al ISN intenta equilibrar las finanzas estatales, hay que resaltar que el grueso de este gravamen lo solventan empresas de gran envergadura y la mayoría del ramo metal-mecánico, como GM, Mabe, Draexlmaier, Bosch, Cummins, BMW, Magna Automotive, Valeo, Midori Auto Leather y Grupo Avellaneda, entre otras…

PERO como bien dice el dirigente de la Canacintra, Carlos Mendizábal, en señalar que habrá que transparentarse y debe de ser muy claro el destino y la aplicación de este recurso. Nadie está en contra del desarrollo y del progreso, que requieren de inversiones para crear infraestructura como caminos, agua, electrificación, escuelas, hospitales, espacios deportivos y recreativos, que generen bienestar, seguridad, empleos y prosperidad, pero por desgracia, a pesar de contar con los recursos, los últimos gobernadores dilapidaron y se robaron una buena parte del presupuesto. El último gobernador que los potosinos recuerdan que realizó obras importantes y trascendentales que a la fecha son de gran beneficio, fue Carlos Jonguitud Barrios, incomprendido y vituperado por la “potosinidad” de ese tiempo, hoy no se podría concebir la zona metropolitana sin los parques Tangamanga, la importancia neurálgica del bulevar del Río Santiago es indiscutible y el aeropuerto Ponciano Arriaga, hoy tiene una gran relevancia, estas tres obras las realizó Jonguitud, señalado de todo, pero al final, el tiempo y sus resultados lo han reivindicado con los años…

EL ajetreo político de finales de los años 80´s a mediados de los 90´s, generó media docena de gobernadores interinos que no pudieron dejar huella, incluyendo Horacio Sánchez Unzueta, tras esta aciaga época vino el gobierno de Fernando Silva Nieto, quien logró tener una administración de 6 años, pero muy gris y envuelta en corrupción, su única obra son los megainvernaderos de Santa Rita que fue un pretexto de un robo en despoblado, luego vino Marcelo de los Santos, con sus obras de relumbrón y faraónicas, como el Centro Estatal de las Artes, el Museo del Laberinto, el Museo de Arte Moderno o el Centro de Convenciones, entre otras, obras que si bien no eran necesarias ante tanta necesidad y pobreza, pero en descarga del panista, ahí están los inmuebles. A Marcelo le siguió Fernando Toranzo, seis años totalmente perdidos, sólo obras mediocres e intranscendentales y no exento de corrupción, pero no al nivel profesional y descarado de su sucesor, Juan Manuel “el güerito” Carreras, quien de plano salió el más ratero de todos y vaya que hay competencia, el gris Carreras y una buena parte de sus colaboradores, no sólo desviaron miles de millones de pesos, sino que no hizo absolutamente nada, y lo poco que hizo fue para robarse más como el “nuevo” Hospital Central, el Metrobús, entre otros muchos más…

SI hubiera una Contralora Estatal medianamente eficiente -que no lo hay-, bastaría con hacer un sencillo ejercicio de verificar dónde vivían funcionarios de todos los niveles de la pasada administración al inicio de la gestión y donde acabaron viviendo al término del sexenio, hay casos de directores generales e incluso de área, que antes tenían una casita modesta en Valle Dorado, en la Aviación o en otra colonia de clase media, y ahora habitan en lujosas residencias en El Pedregal, en el Club de Golf La Loma, Sierra Azul, Monterra, La Vista o el más modesto en Miravalle o en Villa Magna. Ricardo Gallardo Cardona, a la par que solicita incremento del ISN, tiene la obligación de denunciar toda la “herencia maldita” que recibió, los innumerables casos de corrupción descarada donde el dinero de los impuestos de los ciudadanos fueron a parar a unos cuantos bolsillos, no sólo deberá de castigar con cárcel a los responsables de este saqueo, sino que se reintegre a las arcas lo sustraído ilegalmente, el tiempo se agota y su Contralora General no ayuda en nada, pero en fin…Armando Acosta

 

 

 

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