Comenzar a hacer ejercicios es un primer paso perfecto para dar inicio al bienestar tanto del cuerpo como de la mente. Se trata de una medicina muy poderosa que, no solo nos ayuda a moldear nuestro cuerpo, sino que combate importantes enfermedades y contribuye a sentirnos bien emocionalmente.
Acudir a centros de entrenamiento como los gimnasios en Monterrey nos ayuda además a aumentar nuestra energía y a reducir el estrés.
El gimnasio está relacionado con una vida saludable porque tiene un impacto positivo en nuestro día a día. Y lo más importante es que no existe una edad específica para comenzar un plan de ejercicios. Todos podemos hacerlo.
¿Cómo mejora el gimnasio nuestro bienestar?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado que hacer ejercicios reduce el riesgo de padecer osteoporosis, diabetes, hipertensión, enfermedades cardíacas y obesidad. Especialmente las dos últimas se consideran las causales de las principales causas de muerte en el mundo.
El cáncer es otro flagelo que afecta a la humanidad y, aunque parezca increíble, acudir con frecuencia al gimnasio disminuye las probabilidades de la aparición de tumores malignos como lo producen los cánceres de mama, colorrectal y uterino.
También con el ejercicio se reduce el envejecimiento y se contribuye a mantener la flexibilidad de las articulaciones, así como de los tendones y los ligamentos, en consecuencia, facilita el movimiento y disminuye considerablemente la posibilidad de caídas.
A las pocas semanas de comenzar en un gimnasio nuestro cuerpo aumenta el metabolismo y se reduce la obesidad, lo que es sin duda un aspecto fundamental en nuestra calidad de vida.
Beneficios para la mente
Cuando hablamos de vida saludable no solo nos referimos al cuerpo. Como explicamos en un principio, la mente juega un papel fundamental en nuestro bienestar general y el ejercicio es una clave fundamental para lograr estar sanos.
Con la realización de ejercicio mejoramos nuestra autoestima porque nos sentimos más a gusto con lo que vemos en el espejo. Moldeamos nuestra figura y esto eleva la seguridad sobre nosotros mismos.
Además de lo mencionado anteriormente, al realizar ejercicio en un gimnasio se liberan endorfinas y serotonina, conocidas como las «hormonas de la felicidad», las cuales mejoran nuestro estado de ánimo y contribuyen a combatir la depresión. También aumenta la energía y la resistencia.
El bienestar de hacer ejercicios se ve reflejado en una mejora del sueño porque reduce el estrés y hace que el cuerpo se sienta realmente cansado. Dormimos mejor luego de haber tenido una buena rutina de entrenamiento.
Así podemos comenzar
Suele haber una idea preconcebida de que ir al gimnasio implica someterse a intensas sesiones maratonianas que asociamos con una especie de tortura física, pero eso está lejos de la realidad. Todos podemos realizar ejercicios adaptados a nuestro ritmo, y podemos empezar con un período de 10 minutos y actividades de baja intensidad.
A medida que vamos tomando energía y fuerza comenzaremos también a incrementar tanto la intensidad como el tiempo dedicado a los ejercicios.
Los expertos recomiendan asistir al gimnasio al menos cinco veces a la semana, dedicando al menos media hora por sesión, una vez que hayamos encontrado nuestro ritmo. Sin embargo, dado que generalmente comenzamos de manera gradual, podemos hacer dos o tres sesiones de ejercicio por semana.
No se necesita mucho tiempo para hacer ejercicios y obtener una vida plena y saludable ¿Qué estás esperando?