CEMEX construye un mejor futuro con acciones sostenibles

En un avance de sus proyectos de desarrollo sostenible Cemex reveló que ha sustituido en sus procesos el 25% de los combustibles tradicionales por combustibles alternos.

La medida ha impactado de manera positiva al disminuir en más de 1 millón de toneladas la generación de carbono, en el proceso de elaboración del cemento, de 1990 a la fecha.

El proceso de reducción de emisiones de carbono, forma parte de las metas ambientales de reducción de co2 para los años 2030 y 2050.

En su Memoria de Desarrollo Sostenible 2021 (http://www.cemexmexico.com/memoria-desarrollo-sostenible-2021), Cemex revela políticas de sostenibilidad economía gobernanza y apoyo a las comunidades.

Además ha incluido procesos preventivos del cáncer de ovario y mamá entre las colaboradoras y promueve la equidad de género e inclusión de personas con discapacidad y miembros LGBT+ para el desarrollo de las tareas cotidianas en las unidades de negocio.

“Gracias al esfuerzo, la dedicación y el compromiso de nuestra gente, en CEMEX seguimos construyendo un mejor futuro para vivir en armonía con el medio ambiente. Logramos avances históricos, como el mejor desempeño de nuestra historia en el uso de combustibles alternos, que son amigables con el medio ambiente, gracias a lo cual evitamos la emisión de 1.3 millones de toneladas de CO2”, afirmó Ricardo Naya, Presidente de CEMEX México.

También incluye los informes la restauración de más de 50 hectáreas de zona boscosa para mitigar el riesgo ambiental en la zona de reserva ecológica El Carmen, que como una de las zonas silvestres más grandes del mundo, consiguió captar 500 mil metros cúbicos de agua al año, y almacenar 1.2 millones de toneladas de carbono.

En sus datos, revela que cuenta con 14 viveros en sus plantas de fabricación de cemento y ha donado más de 10 mil árboles, para beneficiar a cerca de 150 mil habitantes.

Otro de sus logros se centra en el programa Ecomunidad, que se concentra en más de 3 mil 800 familias mexicanas, quienes reciben artículos de la canasta básica y de cuidado personal, a cambio de residuos derivados del plástico y metales contenidos en latas, con el fin de que ellos se beneficien en su economía familiar y a su vez contribuyan al medio ambiente.

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