Todo listo para el final de la trilogía: Poirier vs McGregor 3

Con permiso del próximo combate por el título de los pesos pesados y el futuro de Jon Jones, hacía tiempo que una lucha no despertaba tanta expectación en la UFC como el próximo evento entre Poirier y McGregor, que se verán las caras por tercera vez tras la victoria del irlandés en la primera ocasión (en 2014) y la del de Louisiana este mismo enero.

 

Precisamente fue en esta segunda ocasión, en UFC 257, cuando saltó la sorpresa, ya que muchos esperaban una apacible victoria de McGregor, que además se había preparado a gran nivel en el apartado físico (y no dejó de hacer buena propaganda de ello); el primer asalto no dio pistas de lo que iba a ocurrir, con Conor conectando potentes golpes sobre su rival. Sin embargo, las devastadoras patadas a las piernas de “Diamond” pillaron por sorpresa al irlandés, que no pudo evitar que su rival le diera la vuelta al combate y lo derrotara por KO Técnico en el segundo round.

 

Un mal trago para el orgullo de “The Notorious”, que no dudó en reclamar la revancha inmediata, tanto para resarcirse como para volver a tener posibilidades de aspirar a un título que, antaño, fue suyo. De hecho, el propio Dana White, mandamás de la UFC, ya tiene en mente que el ganador de esta trilogía se enfrente al actual campeón, Charles Oliveira. Tal vez algunos puedan pensar que, tras los últimos resultados de Conor, no sea el merecido retador al cinturón, pero es evidente que las cifras que mueve McGregor son demasiado apetitosas para White, que maneja este deporte como un verdadero negocio.

 

El irlandés no deja indiferente a nadie. Y aunque su perfil es algo más bajo ahora que en sus inicios, donde se lucía con sus excelentes dotes de “tras-talker”, sigue sabiendo cómo caldear y promocionar un evento. Por supuesto, no le faltan detractores, especialmente en su propio gremio, como ha ocurrido recientemente con Colby Covington, que aseguró que ve a Conor como “el hazmerreír de las MMA” o Floyd Mayweather, que cuando puede le lanza una puya; pero también tiene grandes defensores y admiradores, desde sus fans de siempre hasta otros deportistas, como Fintan Hand o Cristiano Ronaldo, por poner algunos ejemplos. Hay que decir en su favor que toda esta actitud también ha colaborado en la creación de expectativa de cara a sus combates y, por tanto, en los ingresos que consiguen tanto él como la UFC (incluso sus rivales, por cierto).

 

Luego están sus escarceos con el mundo del boxeo, irrelevantes para los más puristas aficionados al noble arte, pero que generan números de vértigo: unos 573 millones de dólares en su combate contra Mayweather. No es de extrañar, por tanto, que haya querido repetir la experiencia contra Manny Pacquiao; aunque el filipino está más centrado en los combates reales con títulos oficiales de por medio.

 

Mientras tanto, Poirier continúa con su entrenamiento sin hacer grandes aspavientos, conocedor de sus buenas posibilidades en este episodio final de la trilogía tras el excelente combate que realizó en enero. El de Louisiana ha tomado acertadas decisiones respecto a sus combates, ya que ahora se encuentra con la posibilidad de hacer una buena bolsa gracias a la repercusión de su rival y el derecho a optar al campeonato, con la ventaja de que, en esta ocasión, no tendrá delante al “todopoderoso” Khabib, lo que le acercaría notablemente al deseado cinturón.

 

Pero para llegar al título, primero tiene que vencer a McGregor y “The Notorious” habrá aprendido bien las lecciones de su anterior confrontación y se está preparando a consciencia. De hecho, incluso algunos nombres propios de las MMA, como Javier Méndez, entrenador de su archienemigo Khabib, le da cierto crédito al irlandés de cara a la contienda, especialmente en lo que se refiere a la corrección de errores cometidos en el anterior evento. De una forma u otra, nos hayamos frente una pelea igualada y de dos espectaculares luchadores. ¿El resultado? Habrá que esperar a este próximo julio. Cada vez está más cerca.

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