(EFE)
Xalapa, Ver.- Autoridades encontraron ayer el cuerpo de Florisel Río Delfín, presidenta municipal de Jamapa, Veracruz, presuntamente asesinada por un grupo criminal en ese mismo estado.
El cuerpo de la alcaldesa, quien llegó al poder por una alianza opositora del derechista Partido Acción Nacional (PAN) y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), apareció en un paraje de la zona costera del Golfo de México.
Un comando había secuestrado a la presidenta municipal y después abandonó su cadáver en la comunidad Ixcoalco, del municipio de Medellín de Bravo, de acuerdo con los primeros reportes oficiales.
El asesinato de la presidenta municipal refleja el contexto de México, el sexto país más violento del mundo con 29,1 homicidios por cada 100.000 habitantes, como indicó un reporte de la organización Impunidad Cero publicado el día anterior.
Los políticos no han sido exentos de esta violencia, pues durante el proceso electoral de 2018 se realizaron 774 agresiones contra políticos y 429 contra funcionarios no electos, según un informe del Instituto Belisario Domínguez del Senado.
Tras conocerse el crimen, el Grupo Legislativo del PAN en el Congreso de Veracruz condenó el “artero asesinato”.
El PAN exigió al gobernador Cuitláhuac García, del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) garantizar la seguridad en Veracruz, el segundo estado con la mayor tasa de feminicidios del país.
Los legisladores aseguraron que, contrario al mensaje oficial del gobierno estatal, Veracruz está prácticamente “secuestrado” por la inseguridad.
