Rubén Pacheco
[San Luis Hoy]
Los movimientos juveniles apostólicos deben brindar acompañamiento a la adolescencia y juventudes que habitan en las zonas periféricas del estado, quienes son víctimas de delitos o reclutados por la criminalidad para cometer ilícitos, exhortó Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.
Dijo que la realidad actual es dolorosa por las desapariciones y secuestros de adolescentes y jóvenes, que en muchas ocasiones son obligados a convertirse en “burreros” (transportadores de droga) y criminales.
Al participar en el foro juvenil virtual “Conectados y enviados”, mediante la plataforma Zoom, lamentó que una gran cantidad de adolescentes y jóvenes vagan por la ciudad, al no tener un lugar de amor y comprensión en casa.
Ante ello, el jerarca de la grey católica local alertó que la “cobija” que han encontrado son las pandillas, sustitutas del cariño de los tutores y del acompañamiento de los párrocos, quienes no los miran con “el cariño que Dios miró al joven del Evangelio”.
El prelado potosino solicitó a los grupos católicos acercarse a la delegación capitalina de Bocas, así como a municipalidades de Villas de Reyes y Soledad de Graciano Sánchez, donde también es necesario la presencia de Dios entre los niñas, niñas y adolescentes.
“Estamos careciendo de familias integradas que, de verdad impriman verdad valores (…) muchas familias de ahora son improvisadas a una responsabilidad de la vida”, concluyó Cabrero Romero.
